A aquel compañero suyo, que le siguió como un silencioso amigo, que el en su forma poetica cariñosamente describe: "Era pequeño peludo y blando por fuera, que se diría todo de algodón, que parecía no llavar huesos, que solo eran duros en él, los dos espejos de azabache de sus ojos, cual dos escarabajos de cristal negros" dedico su obra. La gloria que había de reportarle, Juan Ramón, la fué trasladando al papel, al igual que el pintor la plasma en el lienzo las imágenes que contemplaba. La vida colectiva de Moguer, la calma y la dicha vividos frente a la naturaleza, la historia de parecer intracendentede algunas criaturas, que en el poema se convertirian de todos los personajes, en su anvular popr su terruño y atrapólas multiples transformaciones e inquietudes del mundo que le rodeó. Retratando al viejo Darbón, a la perra diana. A ramona la castañera, a Anilia la Manteca, a Aguedilla la pobre loca, a Picón, a Rocillo, Pinito Granadilla, Adela Rangel, la carretilla, el pan, la nube, la tormenta, el Pino de la Corona, el alba...
Una biografía lírica de Moguer y sus gentes, cantada por su hijo natural, lo es Platero y yo, todos los personajes, poeticamente pensados, analizados por el alma solitaria del poeta, que encontró en el burillo, un compañero amable, que le complementaba, para ser bien visto por sus coterreanos, pues no se aceptaba por aquel tiempo, que fuera solo un señorito, sin hacer nada visible. Esto era sumamente criticado.
Se le ensalzó en 1914, estrepitosamente. Este humilde librito al parecer tan insignificante, no se consideró como uno mas en prosa para niños, pues Juan Ramón, realizo un milagro de pureza pura. Con este libro, el poeta Moguleño se reveló como lo que fué, un poeta excepcional. Perdio la necesidad del verso e hizo una prosa tan bella, que se ha considerado como la elegía más profunda y mas poeticamente perfumada, que el castellano ha conocido.
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